Filtraciones y mala convivencia, al tope de las peleas entre vecinos.
La humedad en paredes comunes es el problema más frecuente. También olores, suciedad y discusiones con administradores de consorcios.
En el 80% de los casos que van a mediación, hay acuerdo entre vecinos.
Romeo es jubilado y hace 67 años vive en un departamento en Constitución. Hace cuatro meses, en el terreno pegado a su edificio y donde antes había una bailanta, empezaron a construir un edificio. "Al hacer la obra me rajaron dos paredes. Las arreglé y se volvieron a romper. Fuimos a mediación y me dijeron que las iban a reparar, pero aún no lo hicieron. Tal vez tenga que hacer juicio, pero lo único que quiero es que les pasen un poco de revoque y las pinten". ¿Por qué se pelean los porteños entre sí? El caso de Romeo (que no quiso dar su apellido para no tener problemas) es un ejemplo de la principal causa: filtraciones de humedad y daños en medianeras.
El segundo motivo de canas verdes son los problemas de convivencia, como olores molestos y suciedad en espacios comunes de edificios. En un CGP comunal de la Ciudad contaron: "Una señora vivía en un departamento con 20 gatos, y los vecinos se quejaban por los olores. Fueron a mediación y acordaron que se llevaría algunos de los animales a una asociación protectora y se quedaría con menos".Los datos surgen del servicio de Mediación Comunitaria que ofrece la Defensoría del Pueblo. De los 188 pedidos de mediación que hubo en los primeros cinco meses del año, 80 fueron por filtraciones y 36 por problemas de convivencia. En las mediaciones que ofrece la Subsecretaría porteña de Justicia, a través de los 15 CGP, manejan cifras similares.El tercer motivo son las discusiones con los administradores de consorcios. Es que cerca del 80% de los porteños vive en edificios o departamentos en propiedad horizontal. Los aumentos de expensas (principalmente por las subas salariales a los encargados) y la falta de mantenimiento de los edificios son dos de las principales quejas de los consorcistas a sus administradores.
Otro gran foco de conflicto: los ruidos molestos. Un caso es el de Silvia Noemí Gómez, de Congreso: "Vivo arriba de un restorán. El inquilino del local instaló extractores de humo, y a la noche lleva gente a cantar y tocar la guitarra hasta cualquier hora. Hace meses que no podemos dormir, los ruidos son permanentes".
A Romeo y Silvia la mediación no les solucionó sus problemas. Pero en la mayoría de los casos los resultados son favorables. "En un 80% de los trámites, hay acuerdo. A veces no se respeta lo pactado y vuelve el conflicto, pero en general la gente cumple", contó Nora Cattaneo, encargada de Mediación de la Defensoría.Este servicio comenzó a popularizarse hace diez años, para evitar llegar a juicio con conflictos que pueden resolverse dialogando. "La mediación es un servicio gratuito basado en la buena voluntad de la gente. A veces los problemas son simples, pero la relación entre los vecinos está tan desgastada que el diálogo se rompe por la bronca. Los mediadores invitan a las partes en forma voluntaria y se hacen las audiencias. El mediador no impone ningún criterio, sino que va acercando a las partes", comentó Alicia Pierini, defensora del Pueblo.Si bien todo conflicto puede ser mediable, hay algunos que usualmente no calzan en este sistema. Como cuando se denuncia un delito. Los divorcios o las disputas por dinero en general se resuelven en mediaciones pero de tipo judicial, no en el servicio vecinal de la Defensoría o los CGP.También hay mediaciones colectivas o entre vecinos, y empresas contra empresas. Cattaneo recordó: "Hace cuatro años, vecinos de Parque Chacabuco vinieron a quejarse porque decían que AUSA no mantenía bien los terrenos bajo la autopista 25 de Mayo, y que el lugar estaba sucio y era inseguro. Se acordó que la concesionaria iluminara el lugar, lo limpiara y que cerrara algunos locales vacíos donde la gente afirmaba que se juntaban ladrones".